20.9.07

8

He dejado una línea de pegamento en el borde del inodoro adonde has ido a sentarte inadvertidamente. Optaste por no levantarte al sentir el tirón de tu piel adherida: ese momento de duda me dio la oportunidad de esposarte a las cañerías y abrir un canilla fuera de tu alcance.
Una gota cae cada minuto, hace cinco horas que cae.

Te sangra la piel arrancada al levantarte para huir de mi canilla.
Pero sólo te daré la llave de las esposas cuando con esta jeringa te ordeñes ante mis ojos, cuendo llenes este plato con el semen que te extraigas para mi capricho.

No hay comentarios: